Retrato de Juan Larrea Celayeta / Óleo sobre tela 41 x 33 cm / Alejandro Cabeza 2016
Juan Larrea Celayeta nació el 13 de marzo de 1895 en Bilbao, en el seno de una familia acomodada. Estudió en las Escuelas Pías de Bilbao y en el Colegio de los Sagrados Corazones de Miranda de Ebro. Cursó Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto. En 1921 se trasladó a Madrid y trabajó en el Archivo Histórico Nacional. En 1924 y 25 viajó a París para instalarse definitivamente en 1926. Larrea había conocido ya a Huidobro y Gerardo Diego, pero fue en París donde entró contacto con el poeta César Vallejo, con el que fundó la revista Favorables París Poema. En París comenzó a escribir con asiduidad, se familiarizó con la vanguardia y abandonó el español para escribir en francés. En 1929 se casó con Marguerite Aubry.
Larrea permaneció en París hasta el estallido de la Guerra Civil Española, periodo en el que decidió exiliarse a México. Entonces abandonó la creación poética y se dedicó al ensayo. En México dirigió España Peregrina y fundó la Junta Cultural Española. Junto a León Felipe, participó en Cuadernos Americanos.
En la década de los cuarenta residió un tiempo en Nueva York, hasta que en 1956 partió hacia Argentina, donde trabajó como profesor universitario en la ciudad de Córdoba, en la que falleció el 9 de julio de 1980.
Fue figura central de las vanguardias y se adscribió al Ultraísmo, pero toda su obra literaria y su propia vida respondieron de un modo lúcido y valiente a la lucha ante un entorno vital y social decadente y la creación de un mundo nuevo en el que el espíritu fuera guía. El exilio y los cambios frecuentes de residencia, propios de su ánimo inquieto, no ayudaron a valorar en España su obra.
Larrea permaneció en París hasta el estallido de la Guerra Civil Española, periodo en el que decidió exiliarse a México. Entonces abandonó la creación poética y se dedicó al ensayo. En México dirigió España Peregrina y fundó la Junta Cultural Española. Junto a León Felipe, participó en Cuadernos Americanos.
En la década de los cuarenta residió un tiempo en Nueva York, hasta que en 1956 partió hacia Argentina, donde trabajó como profesor universitario en la ciudad de Córdoba, en la que falleció el 9 de julio de 1980.
Fue figura central de las vanguardias y se adscribió al Ultraísmo, pero toda su obra literaria y su propia vida respondieron de un modo lúcido y valiente a la lucha ante un entorno vital y social decadente y la creación de un mundo nuevo en el que el espíritu fuera guía. El exilio y los cambios frecuentes de residencia, propios de su ánimo inquieto, no ayudaron a valorar en España su obra.