Retrato de Antonio Machado en un óleo sobre tela de 55 x 46 cm pintor Alejandro Cabeza 2015
Retrato
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevillay un huerto claro donde madura el limonero;mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;mi historia, algunos casos que recordar no quiero.Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—;mas recibí la flecha que me asignó Cupidoy amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,pero mi verso brota de manantial sereno;y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.Adoro la hermosura, y en la moderna estéticacorté las viejas rosas del huerto de Ronsard;mas no amo los afeites de la actual cosméticani soy un ave de esas del nuevo gay—trinar.Desdeño las romanzas de los tenores huecosy el coro de los grillos que cantan a la luna.A distinguir me paro las voces de los ecos,y escucho solamente, entre las voces, una.¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisierami verso como deja el capitán su espada:famosa por la mano viril que la blandiera,no por el docto oficio del forjador preciada.Converso con el hombre que siempre va conmigo—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;mi soliloquio es plática con este buen amigoque me enseñó el secreto de la filantropía.Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.A mi trabajo acudo, con mi dinero pagoel traje que me cubre y la mansión que habito,el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.Y cuando llegue el día del último viajey esté a partir la nave que nunca ha de tornar,me encontraréis a bordo ligero de equipaje,casi desnudo, como los hijos de la mar.