Retrato de Pablo Neruda en un óleo sobre tela de 55 x 46 cm / Pintor Alejandro Cabeza
La tormenta de nieve la sorprende cerca de la cima. Los pedazos de hielo arrancados por el viento le hieren los párpados tiernos. A través de los remolinos blancos, no muy lejos, vislumbra una forma gigantesca, un enorme arco de piedra, el ingreso a un gélido jardín perennemente en calma, lleno de rosas de hielo. Crecen en hileras ordenadas, unas tras otras, todas igualmente bellas y perfectas, igualmente eternas y eternamente dormidas. Al fondo, el poeta vestido de monje siembra nuevas cosechas. Mete la mano en un saco que cuelga de su cuello y lanza el contenido a puñados sobre la mullida nieve que cubre el suelo. Las palabras escritas en tinta negra trazan improbables parábolas en el aire y caen sobre el manto blanco como atraídas por una fuerza irresistible.
Por unos segundos sobre la insólita página se leen herméticos mensajes que sólo el jardinero puede entender, pero el frío es tal que las inusuales semillas inmediatamente empiezan a palidecer y se convierten en nuevas plantas de hielo.
En el monasterio de nieve, en lo alto del pico, en el lugar más apartado e inaccesible que ha encontrado, el poeta cultiva jardines de escarcha y carámbanos, rosas de hielo en la nieve.
(Salomé Guadalupe Ingelmo, fragmento de Volverá el aroma al guardián de las espinas. El relato resultó finalista en el XIII Premio Internacional Julio Cortázar de Relato Breve convocado por la Universidad de La Laguna en 2010, y fue publicado en la antología de los textos ganadores del XIII Premio Internacional Julio Cortázar de Relato Breve, Vicerrectorado de Relaciones Universidad y Sociedad de la Universidad de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife 2010, p. 26-29. Posteriormente ha sido recogido también en la antología personal de al autora La imperfección del círculo, que compendia trece de sus relatos, Libros de las Gaviotas, Ediciones COMOARTES, Madrid/México D. F. 2012)