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La escritora Salomé Guadalupe con fondo azul

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"Retrato de Salomé Guadalupe Ingelmo con fondo azul (Madrid, 2011) por Alejandro Cabeza"

EN LA CARA OCULTA DE LA LUNA

La recuerda en su celda, en las largas noches insomnes, cuando el humo de los cigarrillos que fumaba lánguidamente ejecutaba seductoras danzas en el aire. La luz de la luna, que se filtraba entre los barrotes de su ventana, dibujaba claroscuros en su rostro desmejorado. Entonces ella dejaba de ser Mata-Hari y volvía a convertirse sencillamente en Margaretha. Mientras la bailarina india educada por los brahmanes quedaba atrás, la hija del sombrerero holandés relataba su infancia de pobreza [...] Margaretha rememoraba sus ansias de escapar lejos […] Hablaba del temor a la vejez que todo lo marchita... Pero nunca del descubrimiento de su talento: nunca de aquel misterioso parto en el que, de entre las brumas, surgió cual Shiva danzante, capaz de dar la vida o destruir con un solo movimiento de su cadera, ella. Nunca de ese desgarro doloroso en el que abriendo la puerta a la luz, franqueó el paso también a la muerte. Nunca de esa otra mujer.

[…] Los pasos siguen resonando a sus espaldas, como un eco de sus propios pasos que se adapta armoniosamente al sonido de sus tacones sobre el empedrado, como un diestro músico empeñado en poner el contrapunto al instrumento solista. Las farolas iluminan precariamente la calle poblada por inquietantes sombras. Cada isla de luz parece una promesa de salvación. Entre una y otra, el pulso se acelera y los pies parecen volar [...] Pero su misterioso acompañante no está dispuesto a abandonarla. Por el rabillo del ojo percibe el movimiento a pocos centímetros de distancia. Cuando se vuelve, no encuentra cuerpo alguno. En el suelo, junto a su sombra, hay otra silueta idéntica que también surge de sus propios zapatos. Ambas mujeres, unidas como las manecillas de un reloj, esperan a que ella decida ponerse de nuevo en marcha.

Esa sombra habrá de acompañarla toda la vida, aunque inexplicablemente nadie más que ella parezca poder verla.

[…] A pesar de su figura perfecta, no era hermosa. Sin embargo algo cautivador yacía en el fondo de ese cuerpo delgado. Algo envolvente y cálido como las mantas con las que las madres arropan a sus hijos en invierno, no frío y escurridizo como la serpiente en la que sus enemigos acabaron convirtiéndola.

La luz se refleja en la escamas de su vestido, de esa ajustada malla plagada de minúsculos cristales con la que cubre su cuerpo. Ella es la tentación encarnada. Mientras ofrece el gesto voluptuoso bien ensayado ante el espejo, mientras todos los hombres de la sala dejan volar la fantasía, ella no piensa en nada más que en el siguiente paso de baile, en cómo colocarse para que la luz resalte sus curvas; es simplemente un trabajo. Al terminar, en el camerino se amontonan ramos, notas, regalos caros y todo tipo de invitaciones.

Durante la sinuosa danza ha ido despojándose de cada uno de sus velos como una nueva Salomé. Sólo que ella es una mujer segura de sí, perfectamente consciente del poder que le confieren sus encantos, y sabe bien lo que quiere. Quiere lo que nadie le puede dar. Quiere que la vida fluya entre risas y champán y cuerpos anudados siempre jóvenes. Quiere que la guerra sea desterrada, que la muerte quede lejos para poder acunar entre sus brazos a todos esos soldados cuyos cuerpos acaban hechos pedazos en algún lejano campo de batalla, en una tierra que a nadie le importa, regada por una sangre estéril que no ha de dar frutos. Ahora que ya no puede recuperar la infancia que tan rápido quiso abandonar, quiere que el mundo vuelva a ser un inmenso prado mullido en el que tumbarse a mirar cómo pasan las nubes, a recibir las caricias del sol… Pero se conforma con vivir el presente y no pensar jamás en el futuro. Como si el fondo de las copas en las que busca consuelo le hubiesen revelado ya que no habrá mañana por el que preocuparse. Se conforma con asegurarse el lujo y la protección que sin duda sus influyentes amantes le ofrecerán a ella y a su Vadim, el único hombre que de verdad ha elegido. El único al que es fiel a pesar de todo…

Como cada noche, se sienta en soledad a observar la luna. En las sombras encuentra refugio; su abrazo es cálido y maternal. Después de todo, a pesar de ser una criatura risueña y llena de luz, se siente también un ser melancólico y nocturno. En ella conviven dos naturalezas opuestas, como en todas las fuerzas creadoras, fuentes de vida y quizá a veces de destrucción, como en el útero que nos trae al mundo y en la tierra que ha de acogernos un día.
Reza en silencio a la pálida luna, esa diosa benevolente cuyo cuerpo muestra claros signos de maternidad [... ]

―[…] ¿Te desnudarás?

―Por supuesto. Pero esta vez lo haré como no lo he hecho antes ante ningún ser humano. Me desnudaré para vivir, no para morir. Bailaré desnuda como hizo Shiva, en el que se funden hombre y mujer, y un poco de la vida que todavía me queda dentro se liberará y permanecerá en el mundo aún mucho después de que yo me haya ido. Cuando tú veas las nubes volar y oigas los pájaros cantar sobre las ramas, te acordarás de mí.
―Yo me acordaré de ti siempre…
―No. Sólo siente ―interrumpe su reproche colocándose un dedo sobre los labios resecos, sobre los labios cuarteados de una mujer de cuarenta y un años que sabe estar viviendo sus últimos momentos.
Y esa noche ella baila como Mata-Hari aprendió a hacerlo en el templo de Shiva, pero también como Margaretha habría deseado hacerlo ante un compañero. Esa noche, por primera y última vez, no piensa en la posición que debería adoptar para sacar el máximo partido a sus encantos, ni en la elección más conveniente entre los hombres que seguramente visitarán su camerino tras el espectáculo, ni en el tiempo que aún le puede quedar antes de ajarse definitivamente y formar parte del olvido, de morir sola y abandonada… No piensa.
A fuerza de alimentar su leyenda con historias fantásticas sobre sus orígenes, hasta ella casi ha acabado por olvidar de dónde proviene. Pero esa noche Mata-Hari desentierra a la Margaretha que yace bajo el polvo que se ha acumulado sobre ella en todos esos años, bajo los sedimentos que se han ido depositando sobre su vida desde la infancia. Esa noche, la mujer con dos sombras habla de una infancia tierna entre nidos de pájaro y ranas en el río, de una niña con perennes costras en las rodillas y manchas tiznándole la piel tostada por el sol entre las pecas.

(Selección de fragmentos extraídos de "Cuando tú no estés", Salomé Guadalupe Ingelmo)


Salomé Guadalupe Ingelmo (Madrid, 1973). Se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid (Tesis en régimen de cotutela con la Università degli Studi de Pisa). Es miembro del Instituto para el Estudio del Oriente Próximo, con sede en la UAM, y desarrolla desde 2006 actividades docentes como profesor honorífico en dicha Universidad impartiendo cursos relacionados con las lenguas y culturas del Oriente Próximo.
Se forma en la Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, Università degli Studi di Pisa, Universita della Sapienza di Roma y Pontificio Istituto Biblico de Roma. Durante los diez años vividos en Italia desarrolló actividades como traductora de italiano y como docente de lengua castellana para extranjeros.

 II Premio “Paso del Estrecho” de la Fundación Cultura y Sociedad de Granada, por Bajo el signo del naufragio; V Certamen de Relato Corto Aljarafesa sobre el agua, por Bienaventurados los sedientos; I Premio “Prologando a los clásicos” de la Editorial Nemira, etc. Ha resultado segundo premio en: III Certamen Literario “Paso del Estrecho” de la Fundación Cultura y Sociedad de Granada, XVII Certamen de Relato Breve y Poesía “Mujerarte” de la Delegación de la Mujer de Lucena, X Certamen Literario "Federico García Lorca" del Ayuntamiento de Parla, VI Premio “Briareo” de Cuentos organizado por la Asociación de Amigos de los Molinos de Mota del Cuervo, Certamen Literario Nacional José María Franco Delgado de la Hermandad de los Estudiantes de San Fernando de Cádiz, I Concurso de Leyendas PJ SICA.

Científico de la Universidad de Murcia, Premio "Las redes de la memoria, 2008" de la Asociación Globalkultura Elkartea, I Premio Grup Loebher de Relato Temático, Certamen de Relatos Cortos Mujeres sin Fronteras, XVIII Concurso Literario San Martín de Valdeiglesias, I Certamen Internacional de Literatura Hiperbreve “El Rioja y los 5 Sentidos”. Sus textos han sido seleccionados también en otros certámenes. Varios de sus relatos han sido incluidos en diversas antologías. Cabe destacar la publicación digital de su relato Sueñan los niños aldeanos con libélulas metálicas (con traducción al italiano de la autora, en Los Cuadernos de las Gaviotas n. 6, Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica Comunicación Oralidad y Artes/COMOARTES Ediciones, Madrid/México D. F. : 2010).

Desde hace algo más de un año colabora con la revista digital bimestral miNatura: Revista de lo breve y lo fantástico, en la que han visto la luz sus microtextos de género fantástico, de ciencia ficción y terror.

En agosto de 2009 crea un blog en el que su pasión por la literatura se funde con el amor por la naturaleza y la afición a la fotografía: http://hervasencuatrosaltos.blogspot.com/.

Sus numerosos relatos se encuadran en los más diversos géneros (ciencia ficción, terror, fantástico, realismo, negro, humor, denuncia social, costumbrista, existencialista...), pero se siente especialmente cómoda en el género histórico. Su producción poética, menos extensa, se desarrolla fundamentalmente en lengua italiana. Por el momento ha escrito únicamente dos novelas.

La pintura y la naturaleza dejan una profunda huella en sus obras, tanto en prosa como en poesía. Desconfía de las clasificaciones y huye de las categorías, pero si le pudiese satisfacer alguna, se definiría como una autora honesta y comprometida. Siempre, ante todo, como un ser humano.

Hervás en cuatro saltos

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