Retrato de Vicen Montesinos Sarrión en un óleo de 73 x 60 cm / Pintor Alejandro Cabeza 2001
Retrato dedicado a mi magnifico amigo el pintor Vicen Montesinos Sarrión. Recordando los grandes momentos vividos, fruto de la gran comunicación entre ambos en momentos difíciles y complicados donde siempre a estado "ahí y allí" sabiendo escuchar con un conocimiento sin parangón. De gran talante, mejor conversador y sabiduría inconmensurable. El cuadro refleja un día de encuentro entre pintores y compañeros con ganas de pintar con luz y paisaje alrededor, estímulos a los que responde un maravilloso pintor como queda reflejado, sin darle importancia a nada de lo demás solo la intención. Espero y deseo que el éxito profesional y personal lo consiga. Sin perder la ilusión de pintar que tanto nos promueve a los dos, de todo corazón.
Desde que tengo conocimiento de los grandes problemas que rodean esta profesión de pintor, y si echamos la vista atrás de todos los sucesos que se van presentando en el trascurso de los últimos veinte años, no debería resultarnos difícil vislumbrar en que dirección vamos y hacia donde nos estamos dirigiendo. Recuerdo tantos lamentos y tantos abusos en la mayoría de colegas de la profesión que eran todo un contraste con otros que no hacían más que mirarse el ombligo teniendo esa necesidad de protagonismo y espectáculo televisivo. Pero me temo que el tiempo pone las cosas en su sitio. ¿Y a veces me pregunto, que ha sido de unos y que ha sido aquellos otros? Evidentemente han sido muchas cosas. Para desgracia de la humanidad al final uno se da cuenta de que las personas no cambian ni lo harán nunca en su esencia.
Desde que tengo conocimiento de los grandes problemas que rodean esta profesión de pintor, y si echamos la vista atrás de todos los sucesos que se van presentando en el trascurso de los últimos veinte años, no debería resultarnos difícil vislumbrar en que dirección vamos y hacia donde nos estamos dirigiendo. Recuerdo tantos lamentos y tantos abusos en la mayoría de colegas de la profesión que eran todo un contraste con otros que no hacían más que mirarse el ombligo teniendo esa necesidad de protagonismo y espectáculo televisivo. Pero me temo que el tiempo pone las cosas en su sitio. ¿Y a veces me pregunto, que ha sido de unos y que ha sido aquellos otros? Evidentemente han sido muchas cosas. Para desgracia de la humanidad al final uno se da cuenta de que las personas no cambian ni lo harán nunca en su esencia.