Retrato de Alejo Carpentier en un óleo sobre tela de 46 x 38 cm. Pintor Alejandro Cabeza
Alejo Carpentier y Valmont (Lausana, Suiza, 26 de diciembre de 1904 - París, Francia, 25 de abril de 1980) fue un destacado escritor cubano cuya vida estuvo marcada por su profunda conexión con la literatura, la música y la política.
Nacido en una familia de raíces diversas, con un arquitecto francés y una profesora rusa como padres, Carpentier se trasladó a La Habana con su familia a una edad temprana. A pesar de haber iniciado estudios de arquitectura, su pasión lo llevó hacia el periodismo y la escritura. A partir de 1921, se destacó como periodista en varias revistas, mientras también exploraba el mundo de la música.
Sus convicciones políticas lo llevaron a enfrentarse al régimen de Machado, lo que resultó en su encarcelamiento en 1927 y su posterior exilio a París en 1928. En la capital francesa, entró en contacto con movimientos vanguardistas como el surrealismo, colaborando con destacadas figuras como André Breton.
Fue en este período cuando publicó su primera novela, ¡Ecué-Yamba-Ó! (1933), aunque su obra más emblemática, "El reino de este mundo", marcaría su consolidación como escritor. Durante su estancia en España, estableció amistad con importantes poetas de la Generación del 27.
Regresó a Cuba en 1939 después de participar en el II Congreso por la Defensa de la Cultura en España. Continuó su carrera periodística y literaria, contribuyendo al panorama cultural de su país. Sin embargo, entre 1945 y 1959 vivió en Venezuela, regresando a Cuba tras la revolución liderada por Fidel Castro.
En sus últimos años, desempeñó roles importantes en el ámbito cultural y diplomático, destacándose como director de la Editora Nacional y vicepresidente del Consejo Nacional de Cultura en Cuba, así como consejero cultural en varias embajadas cubanas en el extranjero. Finalmente, pasó sus últimos días en Francia, donde se desempeñó como funcionario diplomático en la embajada de París. Alejo Carpentier dejó un legado literario y cultural que perdura hasta el día de hoy.