Retrato de Gabriel y Galán / Óleo sobre tela de 55 x 46 cm / Pintor Alejandro Cabeza
Un gran poeta sin ninguna duda, del pueblo y para el pueblo, por desgracia para él, para los extremeños y para este país lleno de ínfulas de grandeza. Olvido a quien pertenece y elevo a quien no lo merece. Como siempre.
"Porque infama la negrura / de la siniestra figura / de hombres que hundidos están / en un sopor de incultura / con fiebre de hambre de pan". Posteriormente el monarca Alfonso XIII señaló que fue a través de estas poesías es como tomó conciencia del problema de un territorio que aún tardaría en visitar. Osea, ni puñetero caso. Como siempre.
José María Gabriel y Galán nació en Frades de la Sierra, Salamanca el 28 de junio de 1870 y murió en Guijo de Granadilla el 6 de enero de 1905 con apenas 35 años. El poeta con dos casas museo, una en Salamanca y otra en Guijo de Granadilla, tiene un embalse con sus nombre en Cáceres, Con diversos monumentos por extremadura como el del escultor el de Enrique Pérez Comendador de Cáceres, el de Monumento a Gabriel y Galán por Eliseo Ruiz Corisco en Plasencia o el del andaluz Juan Cristóbal de Salamanca. Y aun de esta manera, se convierte irremediablemente, en uno de esos casos, por muerte prematura, que lo arrastra al olvido en el mundo literario y social. Como siempre.
El retrato muestra al poeta en sus plenitud, no conozco ninguna representación o pintura de su periodo o posterior, solo un fondo documental fotográfico escaso y pobre, del que me he basado. Me quedo con una frase suya "Nunca es definitivo el éxito ni perenne el fracaso."
“¡Quiero vivir! A Dios voy.
Y a Dios no se va muriendo:
se va al Oriente subiendo
por la breve noche de hoy.
De luz y de sombras soy
y quiero darme a los dos.
¡Quiero dejar de mí en pos
robusta y santa semilla
de esto que tengo de arcilla,
de esto que tengo de Dios!”